miércoles, 30 de abril de 2014

Centrifugando el 2014 [marzo]

[Haz clic en las letras azules, y centrifuga tu cerebro]

Pese a que gimnasios y jardines se estén llenando de deportistas con vistas a la temida operación bikini, lo cierto es que no fue por eso por lo que durante el mes de marzo, nuestro blog estuvo glosando las virtudes del deporte.

Nuestras motivaciones tenían que ver con un cuerpo sano, pero sobre todo con una mente bien entrenada que lo acompañe. De ahí que tonificáramos las conexiones entre literatos y deportes, y propusiéramos nuevas disciplinas gimnásticas, tales como el bodybook, o el reading en circuito o el pilates literario. Todo lo que hiciera falta para eliminar toxinas, que nos depuren mente y cuerpo.

Otra manera saludable de ejercitar nuestra materia gris son los juegos de rol, y a combatir tanto prejuicio injusto como recae sobre ellos nos dedicamos. Y en cierta manera, de entrenarse para no caer en lugares comunes, de tener la mente dispuesta a cuestionar viejas ideas, trataba la revolución al estilo de las chicas de ahora, que cubrió nuestro cuota vintage del mes.

 

Posturear no es ningún deporte, pero algunos lo convierten en un auténtico ejercicio de funambulismo para aparentar ser más de lo que son en realidad. 

En Postureo bibliotecario hicimos equilibrios entre nuestro prestigioso pasado, y un incierto y tecnificado futuro, invitando a una Maléfica Angelina Jolie y a una lánguidamente perversa Lana del Rey como maestras de ceremonias.

 


Y hablando de postureo era inevitable que nuestra vena más hipster latiera con fuerza en Murciano total, aunque eso sí, amortiguada por nuestra denominación de origen murciana que nos salvaba de un exceso de tontería.

También autóctonas y algunas muy emotivas, fueron nuestras anécdotas de salón. Concluida nuestra Acción artístico-bibliotecaria más exitosa hasta la fecha, resumíamos parte de lo que dio de sí nuestro cuarto de estar.





El confort del saloncito surgía de ese recogimiento que proporcionaba el vetusto mobiliario y la oferta de libros y películas; y comodidad y amor por los libros, es lo que se unía también en

Ante tanta domesticidad y acomodamiento, huimos de lo pequeñoburgués, con Retorcidamente pirómanos. Su celebración del fuego, era la mejor expresión posible para ese inconformismo necesario en todo apasionado por los libros y las bibliotecas.

viernes, 25 de abril de 2014

Biblioteca terrorista



Shoefiti es el término anglosajón, que se utiliza para referirse a esa costumbre urbana de colgar zapatillas deportivas en cables eléctricos. Las interpretaciones sobre su significado van desde el lenguaje que utilizan algunas bandas urbanas para “marcar” sus territorios, hasta señalar zonas de venta de drogas, o supuesto arte urbano.

Pero durante estos últimos días en la Biblioteca Pública de Boston, la razón de las deportivas colgando no ha tenido nada que ver con ninguna de estos motivos.

Deportivas colgadas en los aledaños de la Biblioteca de Boston


El recién celebrado maratón de Boston nunca había recibido tanta cobertura mediática. La razón de este interés, tristemente, no fue por sus valores deportivos, sino por los atentados que justo hace un año, convirtieron lo que era una celebración en un suceso trágico.

Muchos de los actos que se organizaron para conmemorar y honrar a las víctimas, se han realizado en torno a la Biblioteca Pública de Boston. Toda una institución en el mundo bibliotecario estadounidense, y un orgullo para su ciudad. Por eso, la exposición de zapatillas de deporte apiladas en su vestíbulo, fue el homenaje más emotivo que se podía realizar; y una biblioteca, el mejor lugar para elevar pacíficamente la voz contra el fanatismo.

Zapatillas expuestas en el vestíbulo de la Biblioteca de Boston

Osama bin Laden travoltizado por el artista
español Eugenio Merino
Pero como en la crónica diaria cada noticia tiene su reverso, precisamente también en estos días, y en otras latitudes, concretamente en Pakistán, otra noticia relacionada con bibliotecas suena a broma macabra.

En Islamabad, la escuela coránica Jamia Hansa, reservada a mujeres, ha decidido bautizar a su biblioteca con el nombre de Osama bin Laden. Un homenaje a una figura que actualmente ya se ensalza como a un mártir, en una placa que luce en la escuela.

Nosotros humildemente, si finalmente se adopta este nombre, nos atrevemos a sugerir algunos títulos para que se incluyan en sus colecciones. Por ejemplo, no debería faltar Contra el fanatismo de Amos Oz, en la cual el autor israelí sostiene opiniones como que:

 "la semilla del fanatismo siempre brota al adoptar una actitud de superioridad moral que impide llegar a un acuerdo" 

El biopic sobre Hannah Arendt ya está en
nuestra biblioteca
También sería aconsejable el ensayo de Susan Sontag, Fascinante fascismo, que vendría bien a aquellos cuya fascinación por las icónicas imágenes de las Torres Gemelas derrumbándose, les hace plantearse el terrorismo como una solución para algo.

O la novela Chicago del egipcio Alaa Al Aswani, todo un éxito en el mundo árabe, en cuya presentación dijo algo, que podría servir para grabarlo en el frontispicio de cualquier biblioteca:



"si eres fanático no entenderás la literatura, y si te gusta la literatura (y por tanto las bibliotecas, añadimos nosotros) nunca serás fanático"

Y hasta nos atrevemos a recomendarles una película: Hannah Arendt, un interesante aperitivo para quienes quieran adentrarse en la obra de la filósofa alemana, autora de Sobre la violencia, y que acuño la célebre frase de la banalidad del mal.

Todo eso y mucho más les recomendaríamos, sin ninguna esperanza de que nos hicieran caso. Pero ya lo decíamos en Biblioteca corrupta: la palabra biblioteca repele ciertas asociaciones, y unirla a determinados nombres sólo puede derivar en un oxímoron.

Portada del último disco del fantástico grupo Mashrou' Leila

Por eso vamos a terminar con alegría y optimismo en árabe. No es la primera vez, y probablemente no será la última, que recurramos al más que interesante grupo libanés Mashrou'Leila. Si hay un país asolado por el conflicto y la violencia, ése es Líbano, y por eso tiene mayor valor la obra de estos músicos. La portada de su último disco, titulado Raasuk, es perfecta: un hombre inflando su chaleco salvavidas. 

Una imagen que tal y como van las cosas por el mundo, nos resume a todos los que soplamos cada día el chaleco imaginario con que nos rodeamos el cuello para poder seguir a flote. 





lunes, 21 de abril de 2014

Lo africano



Este próximo miércoles, se celebra el Día del Libro, y en la Biblioteca Regional esta fecha nos va a servir para dar el pistoletazo de salida a unos meses en los que África, va a colonizar nuestros espacios y propuestas como nunca.

Nunca es mal momento para mirar hacia África, pero en esta ocasión, confluyen varias circunstancias que lo hacen aún más oportuno desde una biblioteca. 

Precisamente, hace unos días se anunció que la Librería Digital Africana (LNA) se pone en marcha ofreciendo a la red, en formato digital, la obra de autores africanos. Una oportunidad para promocionar la cultura de un continente que impregna la cultura global como pocas.

Así, poco a poco, se irá desmoronando tanto lugar común en torno a todo un continente. En su obra biográfica, Algún día escribiré sobre África, el keniata Binyavanga Wainaina reaccionó ante la estereotipada imagen que continuamente se da de lo africano. Harto de tanto esquematismo, Wainaina hizo suya cien por cien una de las leyes no escritas de la sociedad keniata:
"si hay una cortesía que todos los kenianos practican consiste en no cuestionar las contradicciones de los demás; todos tenemos contradicciones"

Y aceptar, y aprender a disfrutar de esas contradicciones, es a lo que ayudan iniciativas digitales como Africa is a country (África es un país). Un blog de irónico título, que actúa como un instrumento de demolición de esa visión entre paternalista y condescendiente, que los medios occidentales suelen arrojar sobre África, y de la que ya hablábamos en Ankawa Chita.

Diseños de Sadie Williams inspirados en África

Jean Paul Goude, un clásico inspirándose
en lo africano
Desde la música, las artes plásticas, la moda y tantos otros ámbitos: lo africano está presente mucho más allá de las fronteras continentales (de ahí lo acertado de la cartografía de nuestro cartel de África en las bibliotecas, en el que nuestro compañero Ángel, ha sabido concretar perfectamente esa idea de lo africano conectado con el mundo, en este caso con Murcia).

Y todo esto, vamos a disfrutarlo de muchas y variadas formas. Para empezar, el 23 se inaugura la exposición Letras de África, que efectúa un recorrido por algunas de las figuras más relevantes de las letras africanas. 

Al mismo tiempo, está en marcha un concurso de microrrelatos, los cuenta cuentos de estos meses abordarán temática africana, se emitirán documentales sobre África, el día 24 (día de África) se celebrarán las Jornadas "África en las bibliotecas públicas de la Región", y nos reservamos una sorpresa para nuestra próxima Acción artístico-bibliotecaria, que despertará más de un comentario (esperemos que positivos). 

Obra de la sudafricana Marna Hattingh

Los fantásticos sapeurs del Congo
Desde las vanguardias de principios del XX, con el fauvismo o el primitivismo, que ya se nutrieron de las formas del arte africano, hasta las últimas tendencias, como sostenía el reciente artículo de S Moda: Las vanguardias beben de África (otra vez). El continente desde el cual el homo sapiens inició su invasión del planeta, está más presente que nunca, y los próximos meses prometen emociones de lo más variadas desde nuestra biblioteca.


Noire et blanche de Man Ray, las vanguardias europeas mirando a África

Y como ejemplo de esa idea de lo africano que expande su influencia por todo el mundo, cerramos con música (no podía ser de otra manera hablando de África).

Stromae es la última sensación de la música europea, nacido en Bélgica de madre belga y padre ruanés, que fue asesinado en el genocidio de Ruanda, realiza una de las mixturas más estimulantes entre la electrónica, el hip-hop y ecos de sus raíces africanas. Y ademas, su adictivo vídeo para Tous les mêmes, enlaza insospechadamente nuestro Ni tan azul, ni tan rosa con nuestra próxima Acción artístico-bibliotecaria. Un adelanto estupendo para lo que vendrá a continuación…




miércoles, 16 de abril de 2014

Biblioteca-granero

Proyecto de interpretación para un establo-biblioteca, Salvador Dalí, 1942


El eslogan con el que se vendió Murcia al exterior durante muchos años fue el de: Murcia, huerta de Europa. El publicista que lo creo dio en el clavo, y consiguió reflejar lo que era una realidad: la riqueza de los productos que se cultivaban en tierras murcianas. Desafortunadamente poco queda de aquel vergel, y muchas de las variedades de frutas y hortalizas que entonces se cultivaban se han ido perdiendo.

Frutas de colores intensos, y sabores ausentes u hortalizas desabridas copan las grandes superficies; mientras, en plazas de abastos y mercados, aún se pueden conseguir algo de esas explotaciones agrarias pequeñas, que preservan algo de los sabores antiguos. Pero no son los únicos, hay todo un movimiento a nivel mundial a través de las redes de intercambio de semillas, que luchan por conservar todo ese rico patrimonio ecológico que las grandes explotaciones, los productos químicos y los alimentos trasgénicos han ido empujando hacia la extinción.




En Murcia contamos con nuestra propia red murciana de semillas, y adentrarse en sus principios y acciones no es caer en un mundo de integrismo macrobiótico, sino topar con unos conservacionistas de toda una cultura, y un patrimonio, que a todos beneficia. Indagando, descubrimos conceptos tan interesantes como el de soberanía alimentaria o la facultad de cada pueblo para definir sus propias políticas agrarias y alimentarias de acuerdo a objetivos de desarrollo sostenible.

Y como está claro que somos lo que comemos, y por supuesto lo que leemos, las bibliotecas no podíamos estar ajenas a este movimiento. Si una de nuestras funciones es la de conservar, las semillas no tienen porque sernos ajenas. Que los libros dan sus frutos, lo dejamos literalmente demostrado en Cultivando la cultura, y varias iniciativas bibliotecarias en Estados Unidos se han sumado a este movimiento.



La más llamativa es la de la Biblioteca Regional de Basalt, en Colorado, que ofrece un servicio de préstamo de semillas a sus usuarios. Los visitantes pueden elegir las semillas que quieran cultivar en sus domicilios, y se comprometen a que una vez produzcan semillas sus propias plantas, las devuelvan a la biblioteca para que nuevos usuarios puedan repetir el proceso.

En Murcia, con la cantidad de cultivos que se han ido perdiendo, es para pensárnoslo, y ¿por qué no un servicio de estas características en la Biblioteca Regional? Ya estamos dándole vueltas a la idea.

Pero hay muchas otras bibliotecas estadounidenses que se han sumado a la iniciativa, y como bien dicen en la Richmond Grows Lending Library de California, las bibliotecas reúnen las condiciones óptimas de temperatura y luz para la conservación de los documentos, y estas condiciones son igualmente idóneas para conservar semillas. Después de todo, de eso se trata, de plantar semillas que germinen en ideas, pensamientos, creatividad, y ahora también, alimentos.

La oveja-mesilla de Dalí hecha realidad
Si Dalí en los años 40 soñó la biblioteca-establo, como un concepto de acogimiento y confort, nosotros ahora soñamos con la biblioteca-granero, repleta de semillas que germinen en las cabezas, y de semillas que alimenten los estómagos.

Y nada más apropiado para cerrar este post, que el divertido (y un punto desasosegante) vídeo del tema Apologize de los Hold your horses. Alimentos cantarines para un gran festín.


lunes, 14 de abril de 2014

Vivir por delegación


En la película de 1992 de Robert Altman: El juego de Hollywood, Tim Robbins encarna a un engreído y pagado de sí mismo ejecutivo de un gran estudio hollywoodense.

El ejecutivo, acostumbrado a impresionar con su aire de Master of the Universe, se topa con una pintora interpretada por Greta Scacchi, que lo descoloca al decirle que a ella no le interesa el cine, ni ve cine: que la vida es demasiado interesante para vivirla delegando en ficciones hollywoodenses.

Una contundente réplica que sonaba perfectamente válida en su momento, pero que resulta aún más idónea en nuestros días. Cuando cada vez más peatones, arriesgan su integridad física (y la de los demás) caminando absortos en las pantallas de sus teléfonos móviles, incapaces de abandonar esa otra vida virtual en la que cada vez pasan más tiempo.

Y ahora ha surgido una web que probablemente encantaría al personaje de la pintora, si es que acaso ella perdería el tiempo con Internet. Se trata de una página que te calcula el tiempo de vida que has perdido viendo series de televisión.
 
Como bien dicen, según como se mire, se puede calcular el tiempo de vida que has invertido, o que has perdido. Para algunos, el final de Perdidos, valga la redundancia, hizo que el tiempo invertido en la serie fuera algo definitivamente perdido. Pero sin necesidad de ponernos proustianos (entre otras cosas porque leerse los siete volúmenes de En busca del tiempo perdido, nunca, nunca es una pérdida de tiempo), lo cierto es que pese a comprender a la pintora, ver series o películas, a muchos nos hace vivir aún más.

Salvo que tu vida sea tan apasionante y repleta de experiencias interesantes que no te hagan falta suplementos, gran parte de nuestra educación sentimental está conformada por las ficciones que hemos visto en pantallas. Y a las bibliotecas estas historias, llevan unos cuantos años haciéndonos mucho bien.

Ya en un artículo de Biblogtecarios se enumeraban algunas de las razones por las que las series pueden ser grandes aliadas en el fomento de la lectura en las bibliotecas.

En nuestra biblioteca lo sabemos bien, la demanda de
las series de televisión es uno de los grandes atractivos de nuestra sección de Mediateca. La ventaja de llevarse a casa temporadas completas de nuestra serie favorita, es un aliciente para acudir a la rica colección de la que disponemos.

Y a raíz de ello, hemos recibido solicitudes para adquirir obras tales como: Los Soprano y la filosofía: mato luego, existo, o Breaking bad: 530 gramos para serieadictos no rehabilitados. Desde luego, las series de los 80 que engallan este post desde las portadas de la veterana TP, no daban para tales ensayos filosóficos.

La que no se ha estrenado en España, ni creemos que se estrene (para nuestro pesar) es una serie australiana titulada The librarians (Los bibliotecarios).

La trama prometía: la protagonista Frances O’Brien es una bibliotecaria devotamente católica y racista que ve su mundo desmoronarse cuando su ex amiga Christine, traficante de drogas, es contratada como bibliotecaria infantil. Las peripecias de la atribulada Frances para organizar la Semana del libro, se entrecruzan con las situaciones que trabajadores y usuarios van generando.

No nos consta si la serie es buena o mala, pero desde luego nos encantaría poder comprobarlo, pese a que lo leído sobre la trama parezca redundar un tanto en los estereotipos bibliotecarios más tópicos; pero que bien llevados, tan divertidos pueden resultar.

viernes, 11 de abril de 2014

Memorabilia presidencial

Esculpiendo el monte Rushmore

Desde hace unos días circulan por los medios las pinturas del ex presidente de los Estados Unidos, George W. Bush. Afortunadamente no somos críticos de arte, así pues no nos corresponde calibrar el interés artístico de su obra. Lo que más no ha interesado es el lugar en el que se está exponiendo esta colección de pinturas al público: la biblioteca presidencial George W. Bush.

En los Estados Unidos, cada vez que un presidente concluye su mandato (máximo dos legislaturas) se crea una biblioteca presidencial. Decidir la sede de esa biblioteca se convierte en una auténtica competición, dado que la ciudad que la consiga, recibirá los beneficios económicos que generan este tipo de instituciones. Normalmente, las sedes suelen ser los estados natales de los presidentes, o algún estado especialmente significativo en su carrera política.

Bush posando junto a sus pinturas de mascotas

Autorretrato de Bush en el baño

Desde que en la década de los 30, se iniciase esta tradición con el trigésimo primer presidente de los Estados Unidos, Herbert Horver: todos los presidentes cuentan con una biblioteca presidencial. Sólo una biblioteca, la dedicada a Richard Nixon, quedó excluida durante muchos años del sistema de bibliotecas presidenciales, como consecuencia del descrédito y la vergüenza que la figura de Nixon, supuso para la política estadounidense.

Autorretrato de Bush en la bañera



En las bibliotecas presidenciales, se conserva toda documentación y objetos (actúan al mismo tiempo como museos, incluyendo piezas como por ejemplo: el Air Force One en la biblioteca de Reagan) del presidente y de su periodo de mandato. Toda la documentación que se conserva, y que lógicamente no ha sido previamente eliminada. Las bibliotecas presidenciales así se convierten en lugares de investigación, y al mismo tiempo, en los Graceland (la casa-museo de Elvis Presley en Memphis) de los ex presidentes, por la memorabilia que sobre sus vidas y mandatos reúnen.

Que en un país, uno de los máximos honores que le rindan a un ex mandatario, sea fundar una biblioteca con su nombre, dice mucho de la importancia que dan a tales instituciones en la primera potencia mundial. Lógicamente no se van a encontrar los papeles que desveló Snowden en la próxima biblioteca Obama, pero sí muchas informaciones que servirán para definir una época y un país.

Vladimir Putin visto por Bush

En España no estaría mal una iniciativa similar. Como sostiene Richard Norton, historiador especializado en las bibliotecas presidenciales: “son aulas vivas de la democracia”. Y una didáctica del concepto de lo democrático, siempre es síntoma de la salud de un país.

¿Acaso no sería interesante una biblioteca Adolfo Suárez, cuya documentación sirviera para abordar el
estudio en profundidad de nuestra transición? Dudamos que se incluyera entre sus fondos el último y polémico libro de Pilar Urbano, pero seguro que sus fondos y documentos arrojarían nuevas perspectivas sobre aquel momento, e igual, decepcionaban a más de un amante de las conspiraciones (o no).



Y además siguiendo el ejemplo norteamericano de recoger la memorabilia presidencial: se podrían mostrar recuerdos de torero, colecciones de bonsáis y joyas, una tabla de abdominales, o las obras completas de Borges, por citar sólo algunas de las aficiones de nuestros ex presidentes.

Pero más allá de lo anecdótico, conservar y difundir nuestra historia reciente y democrática, es un ejercicio que siempre resulta saludable. Y en lo de conservar el pasado para mirar hacia el futuro, las bibliotecas tenemos mucha experiencia.



miércoles, 9 de abril de 2014

Muerte entre líneas, mensajes entre surcos

Aleister Crowley, el ocultista favorito de las estrellas

Como dice un crítico con motivo de la publicación de la última novela de Donna Leon: “no puedo entender a un fan de la novela negra que no adore a Donna Leon”. Muerte entre líneas se titula, y de nuevo la exitosa escritora de novela negra, nos narra las aventuras venecianas de su comisario Brunetti, esta vez con argumento bibliófilo de por medio.

La historia nos retrotrae obligadamente a nuestro antiguo post sobre Crímenes bibliotecarios. La trama arranca con la llamada del director de una biblioteca veneciana denunciando la desaparición de libros antiguos de gran valor: a partir de ahí, arranca una historia en la que no faltarán asesinatos, intrigas y misterios, que se desarrollan en los ambientes más oscuros del mundo bibliófilo.

Las bibliotecas han sido desde siempre estupendos escenarios para relatos de crímenes y misterios. Los secretos guardados en los libros, incluso los libros como objetos mortales, han dado para mucho, tanto en literatura como en el cine. En un repaso apresurado, nos vienen a la mente desde las hojas impregnadas en veneno del códice medieval en El nombre de la rosa, al mítico Necronomicón creado por Lovecraft, cuya lectura produce la locura y la muerte; o las numerosas escenas en bibliotecas que pueblan las novelas de Agatha Christie, y tanta literatura de intriga y misterio.

Los ejemplos serían interminables, pero por quedarnos con una obra reciente de lo más sugerente, en la que creación literaria y  malditismo se dan la mano: el cómic El cuarto de Lautréamont, supone una auténtica gozada. Todo en esta obra te lleva a la intriga, desde el mismo origen que, aseguran sus autores, tuvo el cómic en cuestión, y que no hay  manera de saber si es un relato fidedigno o forma parte todo de una representación.

Portadas de la edición francesa y en castellano de El cuarto de Lautréamont


Situada en el París de las vanguardias de principios del XX, por sus viñetas desfila un Rimbaud dando sentido pleno a la expresión de enfant terrible o el escritor Auguste Bretagne, que descubre el libro maldito por excelencia: Los cantos de Maldoror, y otros tantos descubrimientos inquietantes en el cuarto que da título al cómic.

"Quiera el cielo que el lector, animoso y momentáneamente tan feroz como lo que lee, encuentre sin desorientarse su camino abrupto y salvaje a través de las ciénagas desoladas de estas páginas sombrías y rebosantes de veneno; pues, a no ser que aplique a su lectura una lógica rigurosa y una tensión espiritual equivalente por lo menos a su desconfianza, las emanaciones mortíferas de este libro impregnarán su alma, igual que el agua impregna el azúcar."  

Ilustración de Corominas de
Los cantos de Maldoror

Así comienzan los perturbadores cantos que escribió el conde de Lautréamont (seudónimo de Isidore Lucien Duchase) un año antes de morir. Con ese relato de fondo, no es de extrañar que la historia de El cuarto de Lautréamont, sea toda una promesa para los que gustan de atmósferas mistéricas.

Pero no sólo entre las líneas de los libros se vislumbran las puertas a esos infiernos de ficción en los que les gusta recrearse a los amantes del suspense y la intriga. Si hay un lugar común en lo que se refiere a mensajes ocultos, ese sería el relativo a las leyendas urbanas sobre invocaciones malignas o llamadas subliminales entre los surcos de los discos. El fenómeno hasta tiene su propio nombre: Backmasking, que se utiliza para referirse a los mensajes que pueden oírse si se reproduce al revés una pista musical.

Desde The Beatles, pasando por los Rolling Stones, Led Zeppelín, AC/DC, Marilyn Mason, Coldplay, Madonna, Ricky Martin, Prince o Nirvana y un largo etcétera, han sido acusados en algún momento, de camuflar estos mensajes diabólicos entre las estrofas de alguno de sus temas. 

Crowley, ocultista superstar
Y si bien es cierto que la devoción de muchos músicos por figuras como la de Aleister Crowley, ponen fácil este tipo de ideas; el listado se cubre de gloria cuando se añaden nombres como Britney Spears, Paulina Rubio, la cantante infantil Xuxa, o hasta la italiana más española, Raffaella Carrà.

En estos casos, más que invocar al demonio, los temas de algunas de las citadas, invocan más bien al buen gusto. Afortunadamente éste no se digna a hacer acto de presencia. Así que puestos a elegir, y desatando una vez más nuestra vena más bizarra, preferimos a Raffaella Carrà llamando no precisamente al averno en su tema 5353456. ¿Cómo alguien puede sospechar viendo este vídeo, que la Carrá invoque otra cosa que no sean la alegría y las ganas de pasarlo bien?




Lo de los mensajes diabólicos entre surcos, y los roqueros demoníacos quedaba muy bien cara ante ciertas audiencias; pero lo cierto es que el tiempo pone cada cosa en su sitio. Y en el caso de nuestro roquero con tendencias más bibliotecarias, Keith Richards, el refrán de "más sabe el diablo por viejo que por diablo", no podía venir más a cuenta.

El guitarrista de los Stones ya tiene cinco nietos, y por ello se ha decidido a publicar un libro infantil: Gus & yo: la historia de mi abuelo y mi primera guitarra. El músico de jazz Theodore Augustus Dupree era el abuelo de la futura estrella del rock, y fue él quien le indujo el amor por la música a su nieto. 

Una vez satisfechos todos los excesos, lo que más puede apetecerle a Richards, es leerles cuentos a sus nietos. Como ha declarado: “ese lazo especial entre niños y abuelos es único y debe ser atesorado. Ésta es la historia de uno de esos mágicos momentos, Espero ser tan buen abuelo como Gus lo fue para mí"

Madonna ilustrada por Gennady Spirin
Y no es el único, antes que él, si no para sus nietos pero sí para sus hijos, otras figuras como Madonna, Ricky Martin, o la actriz Jamie Lee Curtis se volcaron en la literatura infantil.

Será que por muchos mensajes siniestros que se filtren entre líneas, lo que termina resultando más revolucionario y cautivador es siempre la inocencia.

Y dado que arrancamos con misterios y asesinatos, y terminamos con loas a la infancia, nada mejor que una clásica Sinfonía tonta de Disney de temática deliciosamente macabra, para espantar todos los miedos con una sonrisa:



Advertencia: El presente post incluye mensajes subliminales entre líneas para provocar afición compulsiva a la lectura. La biblioteca se exime de toda responsabilidad ante eventuales perjuicios.

lunes, 7 de abril de 2014

Masaje de neuronas

Pieza perteneciente a la serie Art Wars de la galería Saatchi


Nuestra Acción artístico-bibliotecaria#2 ha tocado a su fin. Han sido cuatro meses durante los cuales, nuestro saloncito vintage (como les gustó llamarlo a los medios) ha dado para mucho. Y durante las próximas semanas (el tiempo que tardemos en lanzar la inminente Acción artístico-bibliotecaria#3), un estupendo collage con las fotos de algunos de los habitantes del saloncito, ocupa el espacio vacío que ha dejado.




Entre las anécdotas de los últimos días, se dio una especialmente divertida e interesante. Antón Reina, es un enfermero y masajista, seguidor de este blog (lo cual le agradecemos mucho) y que desde su propio blog  fomenta lo que el denominada la cultura del tacto. Para ello, Antón no tuvo otra idea que venirse a nuestro saloncito con una silla de masajes, y dedicarse durante una tarde a dar masajes a quienes quisieran.


Una técnica de marketing y publicidad inteligente para dar a conocer sus servicios, y un placer para los que pudieron disfrutar a la vez de nuestra Acción artístico-bibliotecaria, y de lo que él mismo denomina en su blog: Guerrilla de masaje.



Aparte del placer del masaje, ideas como éstas nos masajean la creatividad, la imaginación, en definitiva, nos masajean las neuronas para estar más abiertos y receptivos (la filosofía que persiguen nuestras Acciones artístico-bibliotecarias) a nuevas propuestas, a establecer eso que tanto gusta repetir a la hora de intentar vender un proyecto: establecer sinergias productivas.


Precisamente acaba de llegar una obra a la biblioteca que habla con autoridad sobre el asunto: La creatividad de Luis Bassat, una figura clave en el mundo de la publicidad, no ya en España, sino a nivel mundial.

Todos recordamos campañas creadas por Bassat. Los más veteranos recordarán sus campañas de cuchillas de afeitar con el inolvidable Gila, él fue el responsable de que una mayonesa de nombre tan difícil para el español medio como Hellmann’s, fuera conocida por todos gracias a la canción del spot, el chup-chup de Avecrem, las campañas publicitarias para Barcelona’ 92, y mil campañas más de esta mente inquieta, que hicieron que los publicistas españoles se ganasen el prestigio con el que actualmente cuentan.

Además Bassat tiene el curioso mérito  de ser el autor de uno de los libros más robados de todos los tiempos en nuestra biblioteca: El libro rojo de la publicidad. Auténtica Biblia para publicistas. Para Bassat, la creatividad se puede aplicar a todas las profesiones, y consiste en hacer algo diferente y mejor que los demás.

En una foto del blog de nuestro masajista espontáneo, se reproduce la clásica frase de Einstein: “la mente es como un paracaídas, sólo funciona si se abre”. Y ¿qué mejor sitio que una biblioteca para empaparse de todo lo que la cultura puede ofrecer?, ¿para abrir nuestra mente y no estrellarnos contra la más desoladora mediocridad?

El lado oscuro de la fuerza hecho arte en la galería Saatchi

Otro gigante en el mundo de la publicidad, es la mítica agencia Saatchi&Saatchi, fundada por los hermanos Charles y Maurice Saatchi. Su agencia acoge a las mentes más creativas, innovadoras y brillantes; además, Charles Saatchi es un mecenas del arte contemporáneo que ha lanzado a artistas básicos de nuestro tiempo como Damien Hirst o Tracey Emin. Arte y publicidad dándose la mano en un binomio que en cada Festival de la Publicidad de Cannes, deslumbra con sus propuestas, marcando tendencias.

El spot para la ONG Alianza para Bosques no tiene desperdicio. Sigue a la rana, se titula. Las ranas representan la lucha permanente contra lo acomodaticio, el inconformismo, así que sigamos todos a la rana, y fomentemos nuestra creatividad dándole nuevos usos a las bibliotecas.