viernes, 28 de febrero de 2014

Centrifugando el 2014 [enero]

[Haz clic en las letras azules, y centrifuga tu cerebro]

Un año más, reiniciamos el programa, el tambor del blog comienza a girar, y empezamos centrifugando al 2014, intentando evitar que nos centrifugue él a nosotros. Repasando lo que ha dado de sí el mes de enero, descubrimos que ha venido marcado por el arte, el humor y la buena educación. ¿Cabe mejor inicio para un año?

Rata inmunda, animal rastrero, escoria de la vida, adefesio mal hecho…” éste es el mensaje que ensayábamos para dejar en los contestadores automáticos de aquellos usuarios a los que por activa y por pasiva, se les ha reclamado que nos devuelvan lo que se llevaron prestado, y nos ignoran olímpicamente. Pensando, pensando, ¿qué mejor que dejarles esta excelsa ranchera de Paquita la del Barrio, grabada cada día para minarles la moral y ver si así nos devuelven lo que es de todos?

Si bien es cierto, es una táctica un tanto brusca, pero ¿qué hacer cuándo se acaban las buenas maneras? Por si acaso, nos aplicamos un correctivo con el Manual de urbanidad bibliotecaria, que tanto juego nos está dando. Apaciguados los ánimos nos recreamos en el arte con Fiesta de los maniquíes, un cruce robótico-artístico que abrió un debate entre los que les encantó la creación de Rino Stefano Tagliaferro que cierra el post, y los que se sintieron incómodos ante su concepto de la belleza.




Tan sólo unos días después llegó la respuesta a este debate cruzado, en esta ocasión, pasando lo
artístico por el tamiz del humor. Nos apropiamos del nombre de la sección de crítica de arte, que la prestigiosa Estrella de Diego publica en Babelia, para elucubrar sobre el algoritmo del éxito creativo. Los evanescentes cuerpos hechos de letras de Jaume Plensa, nos sirvieron de fondo sobre el que abordar la liviandad de la lectura digital.


Aunque el poso que deje la lectura, sea en digital o en impreso (que tanto da), dependerá como siempre de cómo esté la cabeza del lector, y en Mi lucha en digital un ligero escalofrío nos recorría la espalda ante ciertas noticias, que como tantas veces, terminamos conjurando a golpe de humor y música.

Por mucho que lo intentásemos, y por muchas técnicas de camuflaje que pusiéramos en práctica, difícilmente conseguiríamos pasar por surcoreanos, pero aún así nosotros nos declarábamos encendidos fans del país asiático, y proclamábamos que Queremos ser surcoreanos. Y es que lo nuestro con los libros, la lectura, las bibliotecas, y la cultura en general no es vicio, es directamente una necesidad fisiológica de esas que no se pueden desatender sin que se nos resienta el organismo.


jueves, 27 de febrero de 2014

Fascismos cotidianos

Ilustración de Carie Henrie

En el post precedente hablábamos de la misión casi imposible de seducir a jóvenes y adolescentes con la lectura. Pero en estos últimos días estamos viviendo una experiencia en la Biblioteca Regional, que demuestra que pese a todo, siempre hay reclamos que ayudan a desviarles por un instante la atención de las pantallas.

Ana Frank enganchada a Twitter en un
grafiti en Brooklyn

Hasta el 4 de marzo, nuestra sala de exposiciones está ocupada por una exposición cedida por la Casa de Ana Frank en Ámsterdam, una cuidada selección de fotografías, extractos del famoso diario, junto al relato en paralelo de los acontecimientos históricos. Con cada nueva visita guiada de colegios al centro, nos vuelve a sorprender, el interés que sigue despertando la historia de esta adolescente judía. Los que la conocían hacen gala de sus conocimientos, y los que no, enseguida quieren subir a las salas para llevarse su libro prestado a casa.

Una realidad que disipa esa sensación que a veces se nos instala en el ánimo, de que a las nuevas generaciones sólo les interesan el tipo de productos que vienen marcados por grandes corporaciones del entretenimiento.

Precisamente el próximo sábado día 1 de marzo, se celebra en Murcia, el I Encuentro sobre Emprendimiento en Industrias Culturales y Creativas, un intento por debatir en torno a la supervivencia de otras realidades culturales al margen de grandes multinacionales. Afortunadamente, en los últimos tiempos en nuestra ciudad, la cultura no institucional está desarrollando una serie de espacios que dan refugio a toda esa creatividad no estandarizada por parámetros estrictamente comerciales (La Azotea, Café Ficciones, Espacio Pático…) Intentos de resistencia al imperialismo cultural que pretende uniformarnos los gustos, reductos contra el pensamiento único.

El emblemático cine Rex de Murcia por Pedro Vera
Haciendo memoria, sólo hace falta recordar lo que ha pasado con la oferta cinematográfica en la ciudad de Murcia. Los que pensaron que los títulos que antes no se estrenaban, al multiplicarse las pantallas iban a llegar: se quedaron con un palmo de narices. Unos pocos títulos copan la mayoría de salas, y la variedad de cinematografías que antes, más o menos, existía, quedó reducida a la mínima expresión (gracias a los reductos de la Filmoteca y algún que otro ciclo, como el encomiable ciclo de óperas y ballets en directo). Y por no hablar de los cada vez más monótonos expositores de algunas librerías.

Bieber "postureando" para parecer malote
Pero volviendo a Ana Frank, y los gustos juveniles, hace unos meses saltó a los medios una noticia cuya lectura resulta de lo más ilustrativa sobre lo que hablábamos. El fenómeno mainstream adolescente de los últimos años, la estrella musical Justin Bieber, provocó una de esas polémicas tan necesarias para una celebridad del siglo XXI. Cuando visitó la Casa Museo de Ana Frank en Ámsterdam, dejó escrito en el libro de visitas: “Ojala Ana Frank hubiera sido una believer” (es decir, una fan de él mismo), lo que provocó un aluvión de críticas y comentarios que sobrepasaron a los responsables del museo.

Queda claro que la figura y vida de Ana Frank, siguen vigentes. Un recordatorio permanente de esos pequeños fanatismos cotidianos sobre los que siempre tenemos que mantenernos alerta, para que no degeneren en causas mayores. Ya tratábamos este asunto en Mi lucha en digital, pero noticias provenientes de Japón vuelven a sonar de lo más inquietantes.


Conocía el Holocausto antes de que se hiciera mainstream


En Tokio, la policía anda investigando los misteriosos destrozos acaecidos en 38 bibliotecas del centro de la ciudad. Páginas arrancadas o cortadas con cúter de más de 300 ejemplares del Diario de Ana Frank, así como de otras obras relacionadas con su figura. Puede ser la obra de un perturbado, pero en cualquier caso no deja de resultar inquietante.

Confiemos en que la nueva adaptación al cine que de la vida de la adolescente judía va a llevar a cabo el cineasta israelí Ari Folman (autor de la bella Vals con Bashir), sirva como él mismo dice, para mantener vivo su recuerdo entre las generaciones más jóvenes. Es el único antídoto para desactivar esos pequeños fascismos cotidianos que nos rodean casi sin darnos cuenta.


martes, 25 de febrero de 2014

Menos face y más book


El logo capirote de Youtube

En septiembre de 2012 se celebró en Madrid el primer YouFest, o lo que es lo mismo un festival de música cuyo cartel no estuvo definido según un estilo de música (como el Sonar o el Viñarrock), ni por las últimas tendencias (FIB, SOS 4.8, y un largo etcétera), sino por aquellos artistas que se han hecho famosos, o han vuelto a la actualidad, gracias a Youtube.

Un auténtico cajón de sastre por el desfilaron desde cumbres del frikismo vía Internet como Wendy Sulca, la Tigresa del Oriente o La Ogra que todo lo logra; a artistas rescatados de los 80 como Rick Astley, o auténticas estrellas de la música como Underworld o Primal Scream.




Desde que se lanzara en 2005, Youtube se ha convertido en un baturrillo en el que se localizan auténticas joyas, en medio de toneladas de basura. Ha permitido rescatar archivos audiovisuales maravillosos, y hasta se ha convertido en una fuente de ingresos para los denominados Youtubers. Los youtubers son personas anónimas que cuelgan sus vídeos caseros, y que gracias a ellos, algunos logran esos 15 minutos de fama de los que hablaba el profeta Warhol.




El profesor Tornasol presentando su invento: la televisión
en color
Hablar del potencial de Youtube, nos hace pensar en la televisión. Un medio que nació con un enorme potencial divulgativo, y al que precisamente su carácter popular le ha arrastrado a quedarse únicamente, (salvo honrosas excepciones) en simple entretenimiento. Nada malo en principio, salvo cuando ese entretenimiento es mayoritariamente de encefalograma plano.

Así entre los youtubers más seguidos en España, se encuentran desde vídeos sobre videojuegos, vídeos de humor en los que las bromas consisten en romperse huevos en la cabeza o lanzarse cubos de agua fría, o vídeos sobre belleza, o de chicos cantando con una guitarra. 


Y si hablamos de la invasión de vídeos de gatitos y bebés, entonces Youtube rompe todos los récords en visitas a un sitio web. Precisamente hace poco en un foro de bibliotecas se reflexionaba sobre si las bibliotecas no deberíamos recurrir a vídeos de gatitos y bebés para atraer más público (entiéndase como un eufemismo de incluir contenidos con gran tirón popular). En este blog, pese a nuestra acusada vena frívola, de momento no contemplamos dicha posibilidad.  





Pero como decíamos, Youtube es un cajón de sastre en el que todo tiene cabida: ¡¡incluso la literatura!! La imagen de los youtubers como creadores de contenidos chuscos y  descerebrados, se ve matizada por la de los denominados booktubers. Jóvenes que disfrutan subiendo vídeos a Youtube en los que hablan sobre sus lecturas, cuentan lo que están leyendo y recomiendan libros.




En la red de bibliotecas públicas de Llíria (Valencia), han sabido captar el potencial de esta moda entre algunos jóvenes, y la han llevado a su terreno promoviendo la confección de booktrailers por parte de los alumnos de centros de enseñanza de su localidad.

Las bibliotecas nos quejamos mucho de lo difícil que es atraer a la lectura a los adolescentes. La capacidad de seducción por parte de profesores, bibliotecarios o padres choca contra un muro casi infranqueable; que en cambio los colegas de la misma edad, derriban sin problemas. Así pues, ¿qué mejor uso de Youtube que estos trailers confeccionados por jóvenes, que hablan en su lenguaje, y que comparten su afición por la lectura? En la Regional hemos tomado nota.



Y como es lógico no podíamos terminar este post más que con vídeos de Youtube. La cadena de librerías mexicana Gandhi nos maravilla con lo ingenioso de sus campañas publicitarias (hemos decorado el post con algunos de sus eslóganes) para fomentar la lectura. Sus tácticas publicitarias son impactantes, y está claro que han captado a la perfección la naturaleza del medio en el que se desenvuelven. Otro ejemplo para anotar.





jueves, 20 de febrero de 2014

Europa 14, estado provisional

En Europa 51, el clásico cinematográfico de Roberto Rossellini, la madre interpretada por Ingrid Bergman redime su sentimiento de culpa respecto de su hijo, ayudando a los desfavorecidos. En su viaje a los bajos fondos de Roma, pasa de imbuirse en la ideología comunista a ejercer la caridad cristiana, para terminar desahuciada por su marido que la ingresa en un manicomio.

Una historia demoledora y todo un diagnóstico moral que el maestro italiano supo plantear sobre la situación de Europa tras la Segunda Guerra Mundial. Ya no estamos en el año 51, estamos en Europa 14, pero los tiempos nos hacen recordar la precisión clínica de la mirada de Rossellini.

Hace unos meses, el escritor murciano Miguel Ángel Hernández publicaba un post en su blog No (ha) lugar, auténticamente escalofriante. En él contrastaba vía Youtube: la impactante escena del asedio zombi de la superproducción Guerra mundial Z, y las grabaciones de inmigrantes subsaharianos escalando la valla de Melilla, desesperados por alcanzar el paraíso europeo. Como bien dice Hernández, viendo las imágenes sobra el discurso.

Asalto de la valla de Melilla por inmigrantes, y escena de Guerra Mundial Z


Desde la película de Rosellini, no ha habido una nueva guerra, pero sí una crisis económica. Mirándonos el ombligo (algo muy propio del viejo continente), constatamos que en el mundo bibliotecario los restos del naufragio, (si es que acaso ya hemos tocado fondo) dejan un balance desalentador. Pero no queremos una defensa romántica de las bibliotecas por los fastos de su pasado, si han de extinguirse cual dinosaurios, pues que así sea. Pero si miramos más allá de la vieja Europa, encontramos señales muy poderosas, de que en ese nuevo orden mundial que están creando los flujos de la economía mundial: las bibliotecas siguen siendo relevantes.

Según el escritor Martin Amis, el Reino Unido es un país en franca decadencia, en los últimos años el número de bibliotecas públicas que han cerrado es alarmante. En nuestro país soñamos con que los presupuestos estén criogenizados, y no momificados. Mientras en potencias económicas emergentes, los gobernantes incluyen dentro de sus planes estratégicos el reforzamiento de las redes de bibliotecas, al concebirlas como herramientas de progreso social y económico. Ya lo contamos de Corea del Sur, pero ahora también Abu Dhabi ha decidido abrir 14 nuevas bibliotecas en el emirato. Para el sultán Mohammed Al Qasimi, las bibliotecas siguen siendo una institución que refleja el crecimiento de una nación, de una comunidad.

Mientras, en Estados Unidos, varias ciudades compiten entre sí para conseguir ser la sede de la próxima biblioteca presidencial de Obama, una vez éste cese como presidente. Contar con una de estas bibliotecas es un reclamo que beneficia económicamente a la ciudad que la alberga.

Señales, signos de los tiempos, fáciles de interpretar. Como siempre nos resistimos al pesimismo, por eso no queremos suscribir lo que cantaban Los ilegales en su tema Europa ha muerto, y que ahora ha versionado el grupo nacional más ensalzado del momento: León Benavente (con integrante murciano incluido). Preferimos cerrar con su tema Estado provisional, y suscribir aquello de: “resisto, como resisten en el barrio de Cabañal. No es eterno, es un estado provisional”


martes, 18 de febrero de 2014

Soluciones para el mundo



Ya mencionamos en Sonrisa de bibliotecario, que la técnica de dibujo para lograr una rápida identificación con un dibujo, supone recurrir a los mínimos elementos posibles. Menos es más, a la hora de conectar.  Y a este respecto, no podíamos encontrar mejor demostración que las viñetas del estupendo cómic K.O. Tel Avivque encabezan este post.

El cómic de Asaf Hanuka, afronta de manera tangencial el conflicto palestino-israelí; y este problema enquistado desde hace décadas, es uno de los ejemplos que sirven al pensador cultural y escritor Roman Krznaric, para ejemplificar la razón de su labor como miembro de La Escuela de la Vida en Londres, y el motivo que le ha llevado a crear la Biblioteca de la Empatía.

La Escuela de la Vida en Londres


A través de este proyecto, Krznaric persigue reunir una colección lo más amplia posible de libros, películas y documentos en general que potencien la empatía. A nosotros no nos pilla de sorpresa, ya en Hombres al volante camino de una biblioteca, hablábamos de un estudio según el cual la lectura de ficción ayuda a desarrollar la empatía.

Krznaric es todo un activista que colabora con Oxfam y las Naciones Unidas para promover el uso de la empatía como una manera de cambiar la sociedad. Frente a la introspección que según él caracterizó al siglo XX, el siglo XXI será la era de la extrospección: acercarse al otro, ponerse en el lugar del otro como una manera de arreglar los problemas del mundo.

Colección: Lecciones de vida de...., en la que se extraen reflexiones de filósofos útiles
para diferentes aspectos de la vida, editada por la Escuela de la Vida



Nosotros en nuestras estanterías tenemos miles, millones de ejemplos de obras capaces de despertar nuestra capacidad para entender al otro. Asistir en primera línea a los dilemas morales de un asesino en Crimen y castigo, puede servir casi como un tratado de criminología; la ingeniosa trama de la película Olvídate de mí, puede servir de consuelo ante el trauma de una ruptura amorosa.

A algunos puede sonarles a autoayuda, a darle la vuelta a conceptos más que archisabidos que ahora nos venden con otros ropajes, pero ¿qué más da? Si esta Escuela de la Vida consigue algo de lo que preconiza, ayuda a alguien a realmente cambiar su percepción de su entorno, y mejorar en algo, no vamos a ser nosotros quienes nos pongamos quisquillosos. Mientras tanto, para quienes Londres les pille algo lejos, sólo recordarles que probablemente muy cerca de ellos haya una biblioteca pública, donde hay más que suficiente material para ejercitar esa empatía que puede salvar a este mundo.





viernes, 14 de febrero de 2014

Deconstruyendo a San Valentín

Las postales del post pertenecen a la colección de
la Biblioteca Regional, que próximamente se integrarán
en nuestra Biblioteca Digital de la Región de Murcia

En ocasiones en nuestro afán por sorprender, nos tiembla el pulso a la hora de lanzar alguna iniciativa: pero si miramos a nuestros colegas allende los mares, queda claro que somos unos auténticos pardillos.

En las bibliotecas de Toronto hoy celebran el día de Anti-San Valentín, o lo que es lo mismo: un día dedicado a todos aquellos a los que el dichoso día de los enamorados les produce urticaria, ante tanta exaltación de la pareja como el estado ideal del hombre o la mujer. Para ello han puesto en marcha varias iniciativas: desde promover que se vista preferiblemente de negro, confección de portadas de libro anti-románticas, escribir la peor carta de ruptura o una banda sonora con canciones sobre desamor. El eslogan lo deja claro: Trae tu sarcasmo a la biblioteca.

 Las reacciones no se han hecho esperar. Vicki Essex, una escritora de novelas románticas bajo el sello Harlequin, ha declarado que esta iniciativa degrada al género romántico, y que fomenta reacciones negativas en los jóvenes hacia las relaciones románticas (viendo las portadas de algunas de sus novelas, no sabemos qué degrada más). Es lo que tiene excederse en el descreimiento hacia ciertos asuntos, aunque los bibliotecarios tan sólo hayan buscado un poco de humor para combatir los excesos de edulcorante artificial. Y es que en España, pese a la tradición existente en celebrar San Valentín, no alcanzamos el agobiante empeño que se practica en Norteamérica, en donde hasta los niños se regalan tarjetas de felicitación en dicho día.


Lo poco agrada, y lo mucho enfada. Nosotros no tenemos nada que decir, el año pasado (pese a que a algunos no les volvía locos la idea) lo celebramos con una Cita a ciegas con la biblioteca, que a muchos usuarios encantó, y a otros repelía. Parte de culpa del rechazo (al igual que hay tantos anti-navidad) lo produce la comercialización brutal que se hace de estas fechas, que parecieran únicamente inventos de grandes superficies. El estar feliz o enamorado por decreto, revienta bastante, y sobre todo cuando se fundamenta en precedentes poco claros.

El origen exacto de la festividad plantea dudas, pero no nos vamos a perder en disquisiciones sobre San Valentín; sí en cambio, en los hechos que ayudaron a gestar el concepto que del amor romántico predomina en nuestros días. Y lo hacemos remontándonos al clásico ensayo de Denis de Rougemont: El amor y Occidente.

El escritor y filósofo suizo hizo en su famoso ensayo todo un estudio del origen del concepto del amor romántico que, adulteraciones publicitarias mediante, aún sigue vigente en nuestras sociedades. Según Rougemont, la convivencia entre los trovadores y los herejes del movimiento religioso cátaro, en el siglo XII, se puede argüir como el motivo en las sombras, del éxito de ese amor idealizado, sublimado hasta el paroxismo, que hacía hincar la rodilla en tierra al caballero, para suspirar por una figura femenina idealizada, angelical y casi incorpórea.
Cruz cátara

Los cátaros no fueron precisamente muy sutiles en sus posicionamientos, o blanco o negro, no había matices; pero antes de que la Iglesia los fulminase en la Cruzada albigense, dejaron esa semilla de exaltación de la pureza, de la virginidad, y de la mortificación de la carne como pasaporte para la salvación; que unido a los sacrificados protagonistas de la mayoría de los romances de los trovadores, terminaron por conformar ese meme romántico que, con variaciones, ha quedado prendado del imaginario colectivo.

Sólo faltaban Hollywood y los grandes almacenes en el siglo XX, para terminar de remachar el concepto, sin dejar que el revolucionario sentido del romanticismo en su sentido decimonónico, fuera quien verdaderamente triunfase con toda su carga de inconformismo y rebeldía.

Claro está, que sorpresas nos depara la vida. Entre los libros más regalados en el pasado San Valentín, se encuentran las inevitables 50 sombras de Grey. El exceso de melaza puede que precise algo de picante para sobrevivir, ¿pero recurrir al sadomasoquismo de baratillo es lo más apropiado?, ¿cómo cuadra esto con la inflación de corazoncitos? Está claro que el desnorte en estos temas alcanza cotas preocupantes.

Nosotros, meros notarios de tendencias, tan sólo nos cabe aconsejar que ya puestos, mejor recurrir a los clásicos: a Sacher-Masoch y su Venus de las pieles. La tenemos hasta en elegante versión cómic, aunque la mejor en estos días, es la interpretación que se está proyectando en los cines del siempre brillante Roman Polanski.

La adaptación al cine de la obra de teatro basada en La Venus de las pieles, se convierte en la más inteligente, lúcida, perversa e inquisitiva mirada reciente sobre lo masculino y lo femenino, sobre el poder, la seducción, el deseo, las relaciones de pareja y en definitiva, sobre el amor. Una recomendación de cine para los que quieran un día de los enamorados nada acomodaticio, abierto a debates posteriores que terminen satisfaciendo a mente y cuerpo (o al contrario, que terminen como el rosario de la aurora).

Y como vamos de contrastes, cerraremos con algo estúpido y convencional. Ese algo estúpido que todos soñamos con decir y que nos digan alguna vez, creas o no creas en San Valentín. El clásico que popularizaron los Sinatra (padre e hija), en esta dulce versión de Robbie Williams con Nicole Kidman, punteada de algunos detalles discordantes que dan el punto ácido necesario para no ahogarnos en el merengue.



jueves, 13 de febrero de 2014

Sonrisa de bibliotecario


Una técnica básica de dibujo, aconseja que cuantos menos elementos tenga un rostro, mayor identificación encontrará el espectador con el personaje representado.

Es de una lógica aplastante: un círculo con una sonrisa y dos puntos por ojos, puede ser cualquiera. Si en cambio, empezamos a definir y personalizar los rasgos, ya adquiere personalidad propia, y dificulta que nos veamos reflejados en él.

Salvando el tupé: ¿con quién es más fácil identificarse?

Los creadores de juguetes lo saben, ahí están los Playmobil o los muñecos del Lego, para corroborarlo. Pero pese a la feliz uniformidad que representan los muñecos de estos juegos, siempre van acompañados con mil complementos con los que personalizarlos. Como ejemplo, la colección de bibliotecarios del Lego que aquí rescatamos.

En realidad podrían servir para cualquier otra profesión, pero basta un elemento (la taza en la mano con shhhhhhh) para que adjudiquemos el rancio estereotipo correspondiente. Lo que en cambio sirve de contrapunto, es la amable sonrisa que luce en muchos de ellos, y que debería ser el complemento obligado que adornase nuestros rostros bibliotecarios ante cada nuevo usuario.


Pero sobre todo, para lo que parecen apropiados estos muñequitos bibliotecarios, es como ilustración de esa gamificación rampante que todo lo invade. El "palabro" en cuestión para quien no lo conozca, proviene de game (juego en inglés), y describe la tendencia actual por utilizar las técnicas propias de los juegos, de lo lúdico, para atraer al público. En un interesante artículo publicado en Infotecarios, describen experiencias puestas en práctica en distintas bibliotecas, que resultan muy interesantes. 

¿Nos están abocando las nuevas tecnologías a una infantilización progresiva?, ¿es necesario revestir todo con un poco de azúcar, como cantaba Mary Poppins, para captar al público? Nosotros en cierta manera, ya lo estamos practicando con proyectos como nuestra Biblioteca Top Secret, o nuestras Acciones artístico-bibliotecarias, y hasta con el tono general de este blog. Pero será interesante observar hasta dónde nos lleva este afán por camuflarlo todo bajo el disfraz de lo liviano.

Y precisamente estos días está arrasando Lego, la película, que se acaba de estrenar. Una cinta de aventuras animadas que discurre en ese mundo cuadriculadamente perfecto, en el que todas las piezas están fabricadas para encajar, pero en el que no siempre encaja todo como debería. Tal cual como nos pasa a los bibliotecarios en el cambiante panorama actual.

Todo esto nos ha traído a la memoria un corto que no podíamos encontrar mejor momento para recuperar. Una lego-bibliotecaria esforzándose por controlar el caos de la jungla, que siempre está al acecho para invadirnos. 
 

miércoles, 12 de febrero de 2014

Visión de mosca

Fotograma de la película La mosca (1958)


Si ya dijimos que las bibliotecas son como ratas y cucarachas, es justo que los bibliotecarios seamos como moscas. Y es que sólo a través de la mirada en mosaico de una mosca, es posible atender a tantos asuntos a los que tenemos que prestar atención, si queremos seguir sobreviviendo.

Ya hemos hablado varias veces de la importancia de incluir a los videojuegos en la oferta bibliotecaria; los pros y contras de hacerlo darían para un largo debate, pero lo que está claro es que ya están ganando terreno, y tal y como antes hicieron el cómic o el arte urbano, están llamando con fuerza a las puertas de la alta cultura.



El último ejemplo, la decisión del MoMA de Nueva York de proseguir adquiriendo códigos de videojuegos clásicos, y alguno moderno, que conformarán su colección permanente de estas creaciones, que de esta manera alcanzan el estatus de arte por su diseño. La decisión no ha ido desprovista de polémicas, unas provenientes del mismísimo mundo de los videojuegos por los criterios de selección; y por otro, por críticos de arte a los que chirría que Picasso o Van Gogh compartan espacios con SuperMario Bros. o el Pac-Man.

Sin entrar en consideraciones de ese tipo, desde las bibliotecas, lo único que podemos lamentar es la falta de presupuesto para acometer nuevas colecciones y servicios en los que los videojuegos, entrasen sin reservas a formar parte de nuestra oferta. Ya hablamos de los beneficios que los videojuegos proporcionan según algunos estudios; y ahora además la oferta se amplia para atraer a todo tipo de estéticas y paladares exquisitos. Lo indie también ha invadido la industria del videojuego.

Imagen de Hyper Light Dryfter, una de las novedades indies para 2014

Cine indie, música indie, ropa indie…, lo que nació con un espíritu de independencia, como un gesto airado con el que singularizarse saliéndose de la corriente principal, ha terminado siendo una etiqueta como cualquier otra. Frente al estridente y comercial cromatismo de peto azul con camiseta y gorra rojas de SuperMario, la nueva hornada de creadores de videojuegos indies proponen escenarios y temáticas muy distintos, buscando esa sensibilidad alternativa que te hagan sentir exclusivo hasta en el modo en que agarras el mando.

Indies, mainstream, o como quieran catalogarlos, lo único que nos queda claro es que seguiremos pendientes del desarrollo del mundo del videojuego, pensando en ese día en el que finalmente las bibliotecas subamos de nivel, y podamos abrirles nuestras colecciones.


jueves, 6 de febrero de 2014

Zurciendo calcetines

"el hechizo femenino es fruto de estudio y ensayo,
pero su arma más segura es siempre una sonrisa"


El próximo 28 de febrero llega al Teatro Circo de Murcia la obra: El diccionario. Una obra que crítica y público llevan ensalzando desde que se estrenó, y que algunos estamos deseando disfrutar. Por una parte por la calidad que han destacado desde numerosos medios, y por otro, por su temática que tan de cerca nos toca.

La gran actriz Vicky Peña interpreta nada más y nada menos que a María Moliner. Si hay vidas ejemplares bibliotecarias, sin duda la de la filóloga, archivera y bibliotecaria nacida nada más arrancar el siglo XX, es la más emocionante. Consagró su vida a la cultura, y a la lucha por sus ideales en la convulsa España de la II República, la Guerra Civil y la dictadura franquista, dejando para la posteridad su monumental Diccionario de Uso del Español, que es obra fundamental para cualquier hispanoparlante.

"incluso frente al mostrador de un bar, pueden las damas sentarse con donaire"

Su figura nos emociona en sí misma, pero es que además su conexión con Murcia nos la hace aún más
cercana. Fue destinada al Archivo de la Delegación de Hacienda en Murcia, y fue aquí donde conoció a su marido, y tuvo a sus dos primeros hijos.

Las penurias de su vida, su callada obstinación por crear durante 15 largos años su diccionario, y su resistencia al ostracismo y la marginación de que fue objeto por su ideología republicana, y por su condición de mujer: eran campo abonado para un buen texto dramático.

Es famosa la frase que Moliner dijo al ser rechazada para su ingreso en la Real Academia de la Lengua por su condición de mujer ¡¡en 1972!!: “¿Qué podía decir yo si en toda mi vida no he hecho más que coser calcetines?” Tal era su pánico a pronunciar el discurso de admisión.

"la dama comunica siempre a su acompañante lo que desea, nunca lo manifiesta al camarero"

"el hombre sube la escalera adelantándose
medio paso a su compañera"

No es de extrañar que María Moliner se convirtiera en una figura reivindicada por el feminismo, su lucha nunca fue ostentosa, ni beligerante. Su trabajo paciente y minucioso, habla con más contundencia que ninguna soflama revolucionaria del ejemplo de esta auténtica proletaria de la feminidad.

Su famoso diccionario fue publicado por primera vez en 1967, precisamente el mismo año en que se publicó El libro de oro de la cortesía, esa otra joya que localizamos hace poco en nuestros depósitos, y a la que prometimos regresar en Manual de urbanidad bibliotecaria. De nuevo son sus ilustraciones (no perderse los pies de foto) las que sirven para situarnos en la mentalidad de aquel tiempo, a sólo cinco años de que la Real Academia cometiera el más vergonzoso episodio de machismo de su historia.

"el caballero selecciona, y elige las bebidas"

Afortunadamente, el tiempo, en este caso, ha servido para hacer más que justicia, y algo tan doméstico como zurcir calcetines, se puede erigir como la metáfora perfecta de la dignidad. Por eso vamos a cerrar con dos recomendaciones que vienen muy al hilo.

La protagonista de ¿Quién le zurcía los calcetines al rey de Prusia cuando estaba en la guerra?, es una anciana que tiene que cuidar de un hijo disminuido. Una historia que también habla de dignidad, de resistencia y fortaleza, en tiempos de brutales recortes sociales; y que en cambio, no transmite tristeza, sino más ganas de seguir luchando.

Como hacen los padres protagonistas de Declaración de guerra, una película francesa (incluida en nuestro saloncito vintage) que convierte casi milagrosamente un auténtico drama, en una jubilosa celebración de la vida.