viernes, 27 de julio de 2012

BRMU Bizarra. Quinta entrega


Vamos a empezar este quinto episodio de BRMU Bizarra contando batallitas. Ya las contamos ampliamente en Secretos de cine de la Regional, pero en este caso se hace necesario rescatarlas para situarnos.

Allá por los 80 nuestros intrépidos compañeros de Mediateca, recorrieron los cines de pueblo que iban cerrando, y entre lo que rescataron del olvido, se encuentra una colección de pósteres de cine que estamos digitalizando. Algunas de esas joyas, junto con aportaciones de la obra Film Posters Exploitation, son las que conforman esta inefable entrega.

Sin duda la explotación de los bajos instintos ha sido un filón para el talento gráfico más desaforado. Por eso hemos iniciado esta entrega con un homenaje a los inicios del striptease, a través de la figura de la inolvidable Betty Page. De los 50 norteamericanos más underground, pasamos a la eclosión del destape en los 70, que tan grandes hitos proporcionó al cine más bizarro, con títulos como Doctor, ¿estoy buena?, la sutil Con las bragas en la mano, la prometedora El mundo está lleno de hombres casados, o la tentadora ¿Quiere usted bailar conmigo?:




Pero no solo de sexo vive el hombre, así que los reclamos iban más allá, y la temática social con tintes sensacionalistas propia del extinto periódico El caso, se hizo celuloide gracias a títulos que abordaban las drogas ( Los comedores de ácido, Marijuana, la droga infernal), los bajos fondos (Las hermanas de la navaja, Chicas de prisión) o la identidad sexual (Yo fui un hombre, Odio mi cuerpo):





El arte impreso que generó el cine de serie B y Z, sirvió de inspiración y guía espiritual para el arte pop, que sin la ingenuidad de los casi siempre anónimos artistas de estos carteles, dio a luz obras que intelectualizaban el genuino espíritu pulp de los originales. Es el caso del póster para la warholiana Chelsea girls, o la rotunda declaración de intenciones de Punk Story.

Quedan pendientes, muchas otras muestras de este arte en principio de naturaleza efímera, pero que tanto talento acumula. Y para cerrar en todo lo alto, otras joyas que nos han encandilado, bien por la temática que abordan o por la indescriptible estética de la que hacen gala.

Desde el erotismo de cruz gamada en Ilsa, la loba de la SS, al blaxploitation de Foxy Brown, pasando por el spaghetti western más chusco, la moralina rijosa de Call girl, hasta llegar al siempre excelso Russ Meyer y su Mundo Topless:




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